viernes, 11 de diciembre de 2015

Crítica de el Diario La Rioja de "El cerco de Numancia"



 NO ES ANTIGUA, ES ETERNA



El teatro fue también una de las grandes pasiones de Miguel de Cervantes, y con su ingenio y su pluma se atrevió a contar la historia de Numancia, un pueblo celtíbero asediado por Roma. Muchos siglos después de que este hecho histórico sucediera, el padre del Quijote recuperó la tragedia porque veía similitud con los hechos que vivía en su tiempo. Y esa historia de la época romana continúa siendo muy actual. Porque el asedio de los pueblos por la tiranía y el poder y la resistencia de sus vecinos a perder sus casas, su forma de ser y su vida es algo que continúa estando a la orden del día.
Así lo entendió Verbo Producciones cuando decidió apostar por ‘El cerco de Numancia’. Bucearon en el texto de Cervantes para extractar una historia de supervivencia, de resistencia, de poder, de orgullo, de los miedos, de amor. Florián Recio supo adaptar una tragedia que participó en la fase oficial del Certamen Nacional de Teatro ‘Garnacha de Rioja’.
Una obra que sobrecoge desde el minuto uno y prepara al espectador para resistir junto a los numantinos. Nueve actores y actrices en escena que claman a voz en grito. Voces de Numancia, voces de un pueblo que resiste, voces de todos los pueblos que resisten.
Porque Verbo Producciones se permite la licencia de utilizar ese coro para recordar que no es una historia antigua, es una historia eterna. Numancia aguantando frente al asedio romano que tiene a Escipión como estandarte de sus tropas. Retenerlos dentro de sus muros hasta que se rindan es su estrategia, pero el pueblo resiste hasta las últimas consecuencias.
Amistad, amor, honor frente a lucha y poder. Y la compañía apuesta por una original y muy acertada puesta en escena que consigue que el espectador esté dentro y fuera de los muros, que se sienta encerrado y libre. Que sienta el aire de libertad y soberbia de los romanos y la falta de ese aire y la tristeza de los numantinos.
Nueve voces, nueve interpretaciones perfectamente coordinadas y conjugadas que dan ritmo y continuidad a una trama que narra la tragedia sin recrearse en ella. Una tragedia que acaba en silencio. Silencio roto en un largo aplauso que fue seguido de otro silencio.
Porque ‘El cerco de Numancia’ es de esas obras que llegan a los más hondo y te hacen pensar. Porque no es una historia antigua, es una historia eterna