miércoles, 30 de junio de 2010

"Jerez, ciudad deseada"


Ya se está preparando todo para una nueva edición del Festival Templario de Jerez de los Caballeros. Este año la novedad será un nuevo montaje teatral a representar en la ladera del castillo de Jerez. Será la obra "Jerez, ciudad deseada" de Nuria Mezquita y que estará dirigida por Pedro Antonio Penco. Desde hace semanas se están desrrollando los ensayos que desembocarán en las representacioes que tendrán lugar los días 16, 17 y 18 de julio. Con casi el mismo número de actores profesionales, y de la localidad jerezana, contará la historia de Jerez situándola momentos antes de ser tomada por los cristianos, en concreto por la orden Templaria.

miércoles, 23 de junio de 2010

Esta semana más Posadera


El próximo 24 de junio actuaremos en el Festival "De la luna al fuego" de Zafra a las 22:30h. Lo haremos en uno de los mejores marcos de la ciudad, la Plaza Chica. El 25 de junio lo haremos en Campanario a las 21:30h en la Casa de la Cultura. Este último será un buen antídoto contra el futbol. Os invitamos a asisitir a todos. Lo pasaréis bien.

domingo, 20 de junio de 2010

Vaya otra de crítica


Sigo poniendo a disposición de todos las críticas que atañen a todos los montajes donde tengo implicación. En este caso es sobre la obra "Jazz Club Polonia", también realizada por Luigi Giuliani en el Diario Hoy, que bajo el título de "La morfina es sueño", dice así:

"La escena se sitúa en un night club. Detrás de la barra, el camarero Clarín habla con el factotum del local, Clotaldo, y suministra morfina a un yonqui, Segismundo, que vive en el sótano del garito. El dueño del club, Basilio, es un homosexual obsesionado por su pasión por Astolfo, el cabaretista que se exhibe por las noche como 'chanteuse' con el nombre de Estrella. Rosaura, hija de Clotaldo y enamorada de Astolfo, trabaja como cerillera. Es esta la situación inicial de 'Jazz Club Polonia', la última pieza de Fulgen Valares, que, más que una versión de 'La vida es sueño', es lo que en otras épocas se hubiera llamado una refundición de la obra de Calderón. De hecho, en 'Jazz Club Polonia' la reescritura va más allá de una adaptación extrema del texto (para entendernos: en la línea de lo que en España hace Calixto Bieito con las tragedias de Shakespeare) y construye ex novo la mayoría de las escenas. En ellas, varios pasajes calderonianos (sobre todo los monólogos) se engastan en los versos -en general bien hilados- del texto de Valares.
La idea de la ambientación en el bar, aunque no demasiado 'nueva' (hace dos años vimos algo parecido en el Festival con 'El burlador' de Tirso de Dan Jemmett), resulta atractiva. Pero lo es aun más el desarrollo de la trama, que, más allá del juego intertextual, conduce a un desenlace que altera nuestras ideas recibidas de 'La vida es sueño': en el juego de pasiones y contrastes, todos los personajes terminan matando a Clarín, el testigo de sus mezquindades, mientras que Segismundo, tras su experiencia en el mundo real, fuera del sótano y al mando del local, prefiere volver al sueño consolador de la morfina.
Pieza interesante, pues, la de Valares, pero que tal vez debería limarse y reconsiderarse en determinados aspectos. En particular, se tiene la impresión (como sucede con otras obras del este joven dramaturgo extremeño) de estar ante una escritura demasiado centrada en la verbalidad, en la fuerza de un lenguaje que funciona muy bien en la página, pero que entorpece algo la lectura escénica. Es una peca que el director Jesús Manchón no contribuye a remediar con su uso irregular de la iluminación, un movimiento escénico demasiado reducido, un ritmo general lento en exceso (la obra se hace larga hacia el final) y una dirección de actor 'de cajón' que desaprovecha las tablas de Juan Carlos Castillejos (Clotaldo), de Mauro Rivera (Basilio), del convincente Juan Carlos Tirado (Clarín) y del poliédrico Fernando Ramos (al que el día anterior habíamos admirado en el papel del Marqués en 'La posadera'). Sin duda, tras el estreno cacereño, habrá tiempo para retomar el texto y la dirección y trabar mejor un espectáculo de buenas potencialidades que puede dar bastante más de sí."

viernes, 18 de junio de 2010

A las duras y a las maduras


Si en este blog se cuelgan las críticas cuando son buenas (que desde que existe, aunque pocas, han sido buenas) también, por honestidad, hay que hacerlo cuando no lo son del todo. Estoy de acuerdo en casi todo lo que ella refleja, porque a la hora de optar por hacer "La Posadera", ha sido una elección muy clara el camino que queríamos tomar como productora. Eso, sabemos que nos deja a los piés de los caballos en alguna ocasión, pero me parece una crítica muy a tener en cuenta y con criterio. Bajo el título de "¿Quién? ¿Goldoni?", Luigi Giuliani, opina lo siguiente en el Diario Hoy del 18 de junio:


"Cuando Carlo Goldoni escribió en 1752 'La locandiera' (La posadera), llevaba ya varios años intentando desmantelar la 'commedia dell'Arte' italiana y desterrar los elementos más evidentes de ese teatro: el uso de la máscara, la improvisación, la comicidad de gesto excesivo y frenético. Goldoni, tal como hicieran Diderot, Moratín y otros reformadores del teatro europeo del s. XVIII, la sustituyó con formas nuevas en equilibrio entre la comedia tradicional y el drama, y con contenidos que casaban con los ideales sociales de la burguesía. En Mirandolina, la protagonista de 'La posadera', el autor italiano retrató a una mujer sensata, elegante y discreta en el trato con sus huéspedes, y al mismo tiempo consciente de su propio atractivo, portadora de un sentido común y una modestia que la hace superior a los clientes varones que pueblan su posada. Y al final de la obra, ante las pretensiones de esos hospedados aristócratas, prefiere casarse con uno de su clase, su servidor Fabrizio, el único que la quiere de verdad.
De ese Goldoni, de esa Posadera, de esa Mirandolina, queda muy poco en el montaje de Samarkanda Teatro (y Verbo Producciones). Su director Paco Carrillo y el autor de la versión Francisco Romero han optado por una lectura completamente distinta del texto, consiguiendo un montaje con momentos de gran brillantez, pero también con algún defecto, que genera ciertas dudas sobre el planteamiento general de su dramaturgia.
Veamos. La reducción de nueve a cuatro en el número de los personajes (dictada por obvias y legítimas razones de conveniencia) deja algún que otro cabo suelto y desdibuja bastante el mecanismo dramático goldoniano. En particular, el recorte del papel del Conde de Albafiorita (que en el montaje aparece sólo en la última escena) y el trasvase de varios de sus diálogos a los parlamentos del Caballero, cargan en exceso la parte de este último. Y la figura Marqués queda deslucida al suprimirse muchos de los combates verbales que mantenía con el Conde. Por otra parte, la desaparición de la trama secundaria de la pieza es compensada con la introducción de varios monólogos que se me antojan como innecesarios por proporcionar al público información redundante: estos soliloquios son tal vez el punto más débil del montaje. En cambio, el nivel vuelve a subir en las escenas que más se adhieren a los diálogos originales y en que se introducen varios 'lazzi' a la manera de la 'Commedia dell'Arte'. Y resultan realmente hilarantes los 'intermezzi' musicales de Fabrizio (Pedro Montero). En su conjunto, pues, el montaje renuncia a profundizar en la psicología de la protagonista y apuesta por una estilización de los demás personajes transformados en caricaturas a veces excesivas. Así, la dirección de actor guía a Ana García por las sendas de una gestualidad demasiado explícita que le hace perder matices a la encantadora Mirandolina goldoniana, y convierte al sensato y enamorado Fabrizio en un gracioso de comedia del Siglo de Oro con toques guiñolescos. Al mismo tiempo, esos tonos farsescos se emplean mejor en los papeles del Marqués (Fernado Ramos) y del Caballero (Fermín Núñez), que se prestan más a ser ridiculizados por sus caracteres. De esta manera, la dirección de Carrillo traiciona los planteamientos de Goldoni, porque reintroduce en la escena el espíritu de los cómicos 'dell'Arte' que aquél quiso suavizar con su reforma teatral. La suya es una relectura que aprovecha el buen oficio de un carteto de actores muy dotados y que indudablemente proporciona a los espectadores unos momentos de alegría pero que tal vez adolezca de una pizca de superficialidad."

martes, 15 de junio de 2010

"La Posadera" en el XXI Festival de Teatro Clásico de Cáceres


"La Posadera " de Carlo Goldoni llega al Festival de Teatro Clásico de Cáceres. Verbo Producciones y Samarkanda Teatro, ponen en escena esta obra en versión de Francisco Romero y dirigida por Paco Carrillo. Será el 16 de junio, en la Plaza de Las Veletas a las 23h.
En “La Posadera” vemos en clave de humor los devaneos de una mujer muy activa y tremendamente atractiva llamada Mirandolina que regenta una posada. En ella se dan cita, su criado Fabricio, locamente enamorado de ella, el Marqués, que vive de las apariencias y que pretende conseguir sus favores con regalos que no se puede permitir pues está arruinado, y un Caballero que afirma odiar a la mujeres. Debido a los desdenes de este último, Mirandolina se propone enamorarlo sólo por demostrar que es igual que cualquier otro hombre.
“La Posadera” trata del eterno conflicto entre el hombre y la mujer en una época en la que se empieza a tener en cuenta la igualdad de género. Es pues un canto a la liberación de la mujer que en aquella época empezaba a abrirse camino.

lunes, 14 de junio de 2010

Y llegó una crítica para "Jazz Club Polonia"


Ya tenemos la primera crítica de la obra "Jazz Club Polonia". Aparece en el medio Extremadura al Día y está firmada por Juan Jiménez:

"El pasado sábado asistí al preestreno de "Jazz Club Polonia", versión libre de "La vida es sueño" de Pedro Calderón de la Barca, en la Casa de la Cultura Massa Solís de Miajadas, entiendo que en deferencia a su autor, una vez que el día anterior había abierto sus puertas en el engendro arquitectónico del Centro Cultural Alcazaba de Mérida, y toda vez que su inauguración oficial tendrá lugar en el XXI Festival de Teatro Clásico de Cáceres, producido por la compañía del terruño EdeStreno.
Brillante y sorprendente versión de Fulgencio Valares, a partir de este momento, Don Fulgencio para mi, que desgrana todos y cada uno de los conflictos del original con una cuidada fidelidad y una exquisita determinación, aportando, además, una visión muy personal a la hora de desliar la madeja de este clásico entre los clásicos, ambientándolo en un entorno mafioso de principios del XX, en esencia, similar a la corte original. Tendrá que ir buscando un hueco nuestro autor más en forma en la estantería del salón porque el trabajo de su muñeca es de una seriedad a la altura de los grandes portátiles de nuestros días.
El elenco, de lo más heterogéneo como exige este culebrón universal, se mantiene compacto y equilibrado a lo largo y ancho de la representación, manteniendo en todo momento al espectador despierto en las distintas subtramas. El televisivo Mauro Rivera, pintando un Basilio soberbio, Juan Carlos Castillejo, uno de los pocos actores que podrían mantener con vida a este Clotaldo, Fernando Ramos, bailando con soltura con Segismundo, la más fea, pues defiende una de las pocas letras de la historia de la literatura que conoce medio patio de butacas, mi amigo Juan Carlos Tirado, al que le sienta el Clarín como un traje de neopreno, Marlene Carbonell, feliz y exótico descubrimiento como Rosaura, y Francisco Quirós, sintiéndose actor con este particular Astolfo, conforman un cuadro espectacular en escena.
Firma este regalo teatral Jesús Manchón, que nos sirve una función atractiva y dinámica de casi dos horas en la que los minutos solamente tienen treinta segundos, limpiando con pronto y paño continuamente las tablas, dando brillo y nitidez a esta afortunada y arriesgada apuesta. El espacio escénico de Mikelo, muy comercial y, paradójicamente, espectacular, favorece el trabajo tridimensional, la precisa iluminación de Javier Mata, el acertado vestuario de Eva León, y la sutileza musical de Tutxi retratan un ambiente cinematográfico que favorece la asimilación por parte del espectador, ofreciéndole una referencia clara donde asirse en este inquietante club de jazz, para que se vaya empapando paulatinamente con la tormenta de emociones que se le viene encima.
Los teatreros estamos de enhorabuena, no solamente disfrutamos con el buen hacer de nuestras compañías sino también de propuestas novedosas que airean nuestros doctos clásicos, que le sacarían, como en este caso, un asombro al propio Calderón."

Juan Jiménez

Y llegó el preestreno de "Jazz Club Polonia"


Ya lo hicimos. Y las sensaciones son muy buenas. El viernes en Mérida y el sábado en Miajadas. Ha sido un placer enorme trabajar con E de streno y por lo tanto con Jesús y Eva (valientes). Con los compañeros que han estado en todo esto, Casti, Marlén, Francis, Juan Carlos y Mauro. Tremendos profesionales de los que cada día aprendo en las tablas y en la vida...¿o es lo mismo? Con Mikelo, Tutxi y Jorge, que han sido un gran descubrimiento en lo artístico y en lo personal. A Nuria, a Johnny, a Javi e Isa con los que había trabajado en un montón de ocasiones y ojalá nos encontremos toda la vida. Con los que empiezan, Sergio y Richie, para que no cejen. En fin, a todos y cada uno de los que hemos hecho posible esta función. Si queréis vernos, os esperamos en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres este 17 de junio en la Plaza de las Veletas a las 23h. Hay una cosa que os garantizo y que ha sido común en el público que lo ha visto y con quienes he hablado después: no deja indiferente a nadie, y eso es lo mejor que pueda pasar en una obra de Teatro. Gracias.

jueves, 10 de junio de 2010

Ya "Jazz Club Polonia"


Cuando llega este momento, no se sabe si decir que todo está preparado para el estreno o bien, que no hay manera de llegar en condiciones al 11 de junio. Incluso las 21h te parece excesivamente temprano para la cantidad de cosas que te quedan por ordenar en tu mente y en el escenario. Estamos locos. Y sé bien que lo estamos porque ahora me siento así. En fin, esperemos que, como siempre, todo salga...

viernes, 4 de junio de 2010

Recta final para "Jazz Club Polonia"


Sólo queda una semana para el preestreno de la obra "Jazz Club Polonia". Esta obra está basada en "La vida es sueño" de Calderón de la Barca, y es una versión de Fulgen Valares (en la imagen, un momento de los ensayos). El estreno será en el Centro Cultural Alcazaba de Mérida el próximo día 11 de junio a las 21h. La producción corre a cargo de E de Streno y está dirigida por Jesús Manchón. Al día siguiente, el 12, en Miajadas, tendrá lugar otra puesta en escena. El estreno oficial, será el día 17 de junio en el marco del Festival de Teatro Clásico de Cáceres. Iremos contando más detalles...